martes, junio 13, 2006

Fe, ciencia, fe

Hace poco un amigo me llamó obtuso. Así, con absoluta suficiencia y una sonrisa en la cara. El motivo era que yo no creía en espíritus ni demás parafernalia paranormal. No consigo recordar si fue antes o después cuando yo le llamé mentiroso al oír su experiencia con la tabla ouija, de modo que considero un empate técnico el duelo de insultos y pelillos a la mar.

La discusión acabó tal que así:
- ¿Tampoco crees en los OVNI?
- Creo en los OVNI siempre que no pretendas que sean algo más que lo que sus siglas indican.
- ¡Diosss!


Creacionistas, ufólogos, cazafantasmas, curanderos, adivinos y tal fauna paranormal nos acusan (meteos en el saco quienes querais) de cerrazón, de ceguera y falta de fe. El caso es que no me considero un talibán del escepticismo. Mi negativa a creer no responde a vicio o lujuria intelectual. En realidad, ¡oh, sorpresa! soy un creyente confeso. Creo en la no-existencia de Dios y no puedo demostrarlo, pero tengo fe en ello.

No hay comentarios: