Como estudiante de conducción iba a regalaros un consejo del tipo "cuando veais acercarse un coche de autoescuela: ¡huid insensatos!" Pero hoy he visto algo que me ha hecho reconsiderar este consejo.
Por la autovía de entrada a "Sevilla City", tres carriles en calzadas distintas para cada sentido de circulación y con tráfico moderado a una velocidad mínima de 80 km/h miré a la derecha y vi un coche conducido por una mujer (lo siento, era una mujer, lo juro) que sostenía en su mano izquierda un móvil junto a la oreja y con la derecha mantenía el volante y un cigarro entre sus dedos. De pronto, la mujer suelta el volante, saca el cigarro por la ventana, lo sacude para hacer caer la ceniza y vuelve a coger el volante. Fijaos que la mano es la derecha y la ventana está a la izquierda por lo que ha tenido que girar el torso para realizar la maniobra (a 80 y con el volante suelto).
Esta escena me ha hecho reconsiderar el consejo que inicialmente tenía en mente. "La gente no tiene bastante miedo a los conductores noveles".
Lo cierto es que no tenemos ningún miedo a los automóviles ¡y deberíamos!
martes, septiembre 11, 2007
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