Según me cuentan -juro por R. M. Stallman que sólo vi la primera edición- este año el concurso Gran Hermano seleccionaba a uno de los participantes al azar y en directo.
Y, hete aquí, que la presentadora que dejó de serlo y que volvió con más ganas, Mercedes Milá, hizo una de sus mercheladas. Y fue una merchelada bien gorda. La bola del sorteo llevaba marcado un 7, la chica que la recogía dijo "¡siete!" y Mercedes, por supuestísimo, exclamó "¡uno! ¡ha salido el uno!".
El premio, pues, se lo llevó quien no correspondía y ahora buscan al verdadero afortunado.
¿Por qué ha ocurrido este follón? Porque Mercedes Milá, otrora, dicen, gran periodista, vive en su propio mundo de fantasía -del que ella es reina mundial absoluta- y no hace caso ni respeta a nadie. "¿Que tú que tienes la bola en la mano dices siete? Pues yo estoy viendo desde 10 metros un uno, así que le doy el premio al uno".
Y después de este post basura que me ha salido del alma sólo me queda decir: Hoygan hechen a la caye ha la mersedes milán esa.
sábado, septiembre 09, 2006
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