Si copias un CD, no lo compras, y el autor deja de embolsarse el dinero de la venta del CD. ¡Compensémosle con un canon indiscriminado!
Si coges un libro prestado en una biblioteca, no lo compras, y el autor deja de embolsarse el dinero de la venta del libro. ¡Compensémosle con un canon indiscriminado!
Ambos hechos obedecen a la misma lógica perversa. Perversa, sí, pero lógica no obstante.
Siguiendo la misma lógica, cada vez que compras un libro cuyos derechos de autor han expirado hace media vida (una edición clásica de El Quijote, por ejemplo), dejas de comprar un libro de un autor actual, con lo cual los autores actuales dejan de embolsarse dinero por la compra de libros. ¡Compensémosles con un canon indiscriminado!
Cada vez que vas a ver un partido de fútbol dejas de comprar un libro, cada sábado que dedicas a echar un casquete y no a leer libros supone una no-ganancia para los autores, el tiempo perdido leyendo Barrapunto es tiempo que podías haber dedicado a comprar y leer un libro... ¡compensémosles con muchos cánones indiscriminados!
En Barrapunto.
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