miércoles, diciembre 06, 2006

Otra de ley antibotellona

Denuncian al Ayuntamiento por no impedir un «macrobotellón»


En el ABC de Sevilla.

Ante esta situación, [el portavoz vecinal] anunció que «si siguen castigando la zona, como se puede denunciar, no quedará más remedio que hacerlo».


Las negritas son mías. Y las remarco porque eso mismo decía yo hace un par de días en los comentarios a lo que escribí sobre limitar derechos básicos y fundamentales. Una ley es una herramienta que puede ser usada de muy distintas formas y con muy direrentes fines. Cuando se redacta una ley, habría que tener eso en cuenta. Ahora la ley actúa ¡y de qué manera!

Las 345 intervenciones específicas del botellón se han saldado con 233 denuncias contra jóvenes infractores de la nueva ley, 38 bares multados y 568 botellas de alcohol y no alcohol requisadas. Este material se destruirá, aunque los vasos y refrescos serán donados a instituciones benéficas. Las sanciones a particulares se elevan hasta los 300 euros.


233 denuncias a 300 euros cada una... no está mal para una noche. Pero no creo que ese haya sido el motivo de esta penalización global e indiscriminada. La motivación no es monetaria sino terrorista (dominación por el terror, según el DRAE). Otro cantar es el tema del botellódromo (al que auguro un fracaso absoluto, no es la primera vez que intentan algo parecido y siempre ha fracasado estrepitosamente):
El consejero de presidencia de la Junta, Gaspar Zarrías, propone que las empresas de ocio nocturno gestionen los espacios habilitados para el botellón «a través de licencias» que otorguen los Ayuntamientos.

Parece que algo de interés económico sí que hay detrás de esta ley, después de todo.
Noticia en 20 minutos. Y para terminar veamos al Excelentísimo y-no-se-qué-otros-tratamientos-dignatarios-inmerecidos Alcalde de Sevilla D. Alfredo Sánchez Monteseirín haciendo sangre:
El Consistorio felicita a los jóvenes por su comportamiento en el cumplimiento de la ley antibotellón. «Aunque se han ido refunfuñando y protestando, se han ido cuando se les ha dicho», dice el alcalde.

Estos jovenzuelos alocados y borrachuzos...

Si es que sois tontos (políticos). ¿No veis que la mayoría de estos jóvenes ejercerán el voto en las próximas elecciones? Y sus padres, que pagarán las multas, posiblemente también.

El ruido y el consumo de alcohol son dos problemas importantes. Pero esa no es la solución.

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