Sony ha amenazado a la práctica totalidad de importadores europeos que vendían consolas PSP japonesas o americanas, la mayoría de los cuales han cesado las ventas para evitar problemas legales. En el Reino Unido fueron varias las tiendas que se negaron y las primeras decisiones judiciales han dado la razón a Sony
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Sony defiende que la venta no autorizada de sus consolas es una violación de sus marcas, ya que implica el uso sin permiso de las marcas protegidas durante el proceso de venta.
La aristocracia del copyright sigue con su doble moral. ¿Globalizar el mercado? Sí, pero sólo si lo controlo yo.
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