Hace tres días tuvimos que sacrificar mi gato por necrosis en los riñones.
No es la primera vez que muere una de nuestras mascotas. Incluso presencié el atropello de un perro la mar de majo que teníamos. Sin embargo, nunca lo he pasado tan mal como este fin de semana. Quizás porque he convivido más con éste que con los demás (unos diez años) o quizás por la hora y pico de angustia que pasé en el veterinario intentando sondarlo en vano y por tener que tomar la decisión de matarlo. Una sola inyección es letal pero hubo que ponerle cuatro. No quiero saber si porque mi gato no se quería morir o por incompetencia del veterinario.
Joder, pensaba que ya lo había superado pero escribiendo esto se me escapan dos lagrimones.
Supongo que el no tener muchas distracciones empeora la situación. Estos días he batido mi record de películas y dibujos animados. Quizás debería haber llamado a mis amigos para salir, pero, parafraseando la fábula, soy un ser humano.
Mi gato tirado en el sofá.
Mi gato junto al árbol de navidad y junto a los regalos.
Mi gato en la selva.
Mi gato en uno de sus escondites favoritos.
Descansa en paz. Nosotros lo haremos algún día.
martes, agosto 17, 2004
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3 comentarios:
La fábula:
Un escorpión le pidió a una tortuga que le ayudase a cruzar el río.
La tortuga pensó que no corría peligro porque si le aguijoneaba se ahogarían los dos, pero cuando iban por la mitad del río el escorpión le picó.
La tortuga asustada y asombrada le dijo:
- Ahora moriremos los dos. ¿Por qué lo has hecho?
Y el escorpión le respondió:
- Soy un escorpión.
Pues entonces no veas la de The Lovely Bones, que te va a dar aún más fuerte la pena.
En serio, lo siento por lo de tu gato, yo también tenía uno de pequeño y dá mucha pena.
Estaba en el pueblo y algo le pasó, o le hicieron que andaba muy tocado. Luego mi abuelo y le mató ¡con la azada el c*brón de el!, a lo gore. Nunca se lo perdoné.
Por cierto, no me fiche la fecha...
Ya sé que va desfasado. En fin...
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