Tomás ha sido siempre el niñato de la calle de al lado que se dedicaba a robar todo lo que podía a todo el que podía. Cuando teníamos 11 años daba bastante miedo.
3 lustros después, aparece en el bar en el que un amigo y yo nos estábamos tomando unas birras. Parece que él va con uno de sus "amigos" (notese el uso de las comillas). Nos saluda como si fuésemos colegas de siempre y en 10 minutos nos pone al tanto de su vida: su novia, su trabajo en Zaragoza, lo mal que se vive en Zaragoza (según él), el accidente que le ha escayolado el brazo y su retorno a la maravillosa Sevilla (según él).
Nosotros le tratamos con familiaridad y cortesía pero él nos insulta exigiéndonos un par de euros.
- ¿No tienes dos euros o es que no me los quieres dar?
- ¿Qué diferencia hay?
- Bueno, pos que os den porculo!
No soy capaz de sacar conclusiones...
O quizás es que saco demasiadas...
O quizás el mundo es así y yo estoy demasiado borracho...
domingo, agosto 29, 2004
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