Me fío más de un yonki navajero que de un político.
Hace muy pocos días le daba las gracias a Polonia por frenar las patentes de software. Al final han cedido a las presiones (dicen por ahí que sobornos y nosequé de maletines, pero eso no lo digo yo, lo dicen por ahí) y han dado su visto bueno.
Pues nada, me desdigo. Ya no hay nada que agradecer a Polonia salvo su bajada de pantalones ante los poderes económicos.
Otra noticia nos dice que el senado español ha dicho nanay a las patentes de software e insta a nuestro gobierno a oponerse en europa a las mismas. Pero ¿pa qué? Pa cagah'la. Ya vereis el caso que Zapatero va a hacerle al senado.
miércoles, febrero 09, 2005
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