Si al menos estas sanciones permitiesen ayudar a la creación. Pero no, en primer lugar son instituciones financieras que prosperan. No para proteger la creación, sino para proteger algunas multinacionales del disco que tratan a los artistas con el menosprecio que todos conocemos. Algunas estrellas internacionales viven muy bien gracias a este sistema cerrado, pero los artistas que intentan hacerse un hueco son obstruidos por los sistemas de redes que vinculan lanzamiento, promoción y creación en una misma mano.
Según parece, la industria ya se está movilizando para que que Dominica corra la misma suerte que Jorge Cortell. Si esto no es una mafia, que venga Dios y lo vea.
Gracias por el aviso Augusto.
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