La primera generación de japoneses que llegaron a EEUU era conocida como isei (i- significa "uno" en japonés) y la generación de sus hijos como nisei (ni- significa "dos"), las generaciones sucesivas fueron los sansei y yonsei.
Coincidió que los nisei fueron coetáneos de la segunda guerra mundial y que el gobierno de EEUU, tras el ataque de Pearl Harbour, los recluyó en campos de concentración (120.000 japoneses) por miedo al espionaje y al sabotaje.
En dicha guerra el 442º regimiento de combate y el 100º batallón de infantería del ejército de los estados unidos de américa fueron conocidos por su valor y por ser equipos segregados de japoneses. Unas fuentes (enlace en inglés) destacan las pérdidas humanas y las medallas obtenidas por estos soldados y otras hacen hincapié en las circunstancias que les llevaron a alistarse. Son estas últimas las que más me interesan.
Cuando Roosevelt firmó la orden ejecutiva 9066, miles de familias isei y nisei perdieron sus propiedades y sus derechos. Concentrados en barracas y cercados por vallas electrificadas, vigilados por policías y militares con órdenes de disparar, su única posibilidad de demostrar que no eran traidores era alistarse en el ejército. Esto me recordó a Starship Troopers, la película basada en el homónimo libro de Robert A. Heinlein. En el futuro que Heinlein sugiere, la gente nace sin derecho de ciudadanía y no es hasta que se hayan alistado que lo obtienen. Algo parecido a lo que les ocurrió a aquellos nisei.
¿No es triste que los ciudadanos tengan que exponerse a la muerte para ser reconocidos por su patria?
martes, octubre 05, 2004
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