Hace unas semanas nos sorprendía nuestro rey con una cacería por tierras rumanas.
Decían unos que la población de osos era estable y algunos centenares de bichos menos no se iban a notar por lo que la veda quedaba abierta. Otros, los ecologistas tocapelotas de siempre (y que las sigan tocando mucho tiempo), dicen que nanay.
Ahora resulta que mientras en Rumania debatían la actuación de Juan Carlos aquí se intentaba acallar el asunto. Bonita actitud la de nuestro rey: tirar la piedra y esconder la mano. ¡Cobarde!
Pues queda dicho: su alteza real Don Juan Carlos I rey de España mató 9 osos (dos gestantes) y un lobo de especies protegidas en Rumania.
domingo, octubre 31, 2004
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