El sevillista Navarro le ha arreado un codazo en la cara a Juan Arango (del equipo contrario) provocándole una pérdida de consciencia, una parada respiratoria y una fractura en el hueso malar. Además el muchacho dice en rueda de prensa que las faltas son parte del juego.
Y yo me pregunto, porque soy muy preguntón, si voy por la calle y un tío se lanza contra mi, dándome un golpe que pone en peligro mi vida, ¿podré denunciarlo y esperar que pase una temporadita a la sombra? Por intento de homicidio involuntario o lo que sea. Por lo pronto, a Navarro ni siquiera le sacaron la roja (creo, tengo que confirmarlo).
Hace dos días hablaba de los canis. El fútbol también está lleno de canis, lo sé bien, conozco a alguno. Y no penséis que esta arremetida es porque soy del Betis. No señor, soy del Sevilla, más o menos.
domingo, marzo 20, 2005
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