martes, marzo 01, 2005

RFID - The beggining

En Kriptópolis nos avisan de que los grandes de la moda gallega, Adolfo Domínguez, Antonio Pernas, Caramelo, Roberto Verino, etc., han llegado a un acuerdo para implantar etiquetas RFID en sus productos.

Las etiquetas RFID (identificación por radiofrecuencia, por sus siglas en inglés) son unos pequeños dispositivos, del tamaño de una moneda o menores, cuya única finalidad es emitir por ondas de radiofrecuencia un número identificador único en todo el mundo para cada etiqueta.

La idea no es mala. Pesad en el supermercado. Al pasar por caja la chavala (si hay chavales nunca los vi) tiene que ir pasando el código de barras de cada producto por el lector óptico. Las etiquetas RFID, en cambio, se "leen" con una antena por lo que no es necesario "encarar" la misma hacia el lector. Vamos, que pasamos por caja con el carro abarrotado y automáticamente quedan registrados todos los productos sin tener que mover ni uno sólo de donde está. Es fantástico.

El problema (uno de los problemas) es que esas etiquetas pueden ir en lugares difíciles de eliminar. Lógico para evitar robos. Por ejemplo en la suela de un zapato. Y como decía, el problema es que inadvertidamente llevaremos estas etiquetas encima allá a donde vayamos. Seremos literalmente emisores de números de identificación. Más o menos, es como si fuesémos con una pegatina en la frente con nuestro nombre, nuestro DNI y demás información confidencial.

- Para, para, Dem. No me seas paranoico. Las etiquetas RFID no llevan información personal, sólo un número que no tiene nada que ver contigo.

Bueno, pues me da la gana de ser paranoico :P
Imaginémonos nuevamente en el supermercado. Pagas con tu tarjeta de credito y sin tú saberlo, el super guarda en una base de datos los ID de los objetos que has comprado y los asocia a tu nombre. Sencillísimo y para nada una idea peregrina. El gobierno ya obliga a los ISP (operadores de internet) a registrar la IP (otro número único de identificación, esta vez para internet) de cada usuario así como el tráfico generado por dicha IP (en cristiano: guardar por dónde navegais y qué haceis). Jejeje, ¿pensábais que internet es anónima?...

Cualquier día, con el mismo pretexto estúpido de aumentar la seguridad y blablablá el gobierno de turno obligará a los comercios de cualquier tipo que registren los productos comprados y los asocien a los compradores. A partir de ahí, cualquiera con una antena y acceso a la base de datos, podrá saber si estábais en determinada manifestación, en el concierto del viernes, o en cualquier otro sitio que el espía considere que no debíais estar.

Sí, lo sé y lo reconozco, paranoico perdío... pero hay precedentes y una vez que perdemos un grado de libertad es muy difícil recuperarlo.

Información técnica sobre RFID.

Más información, no tan técnica, y más paranoia, también en Kriptópolis.

Un sitio dedicado en exclusiva al tema: Chip espía.

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