sábado, septiembre 30, 2006

Algo se muere en el alma cuando un anime se acaba

Acabo de terminar de ver GTO: Great Teacher Onizuka.

Eikichi Onizuka es el jefe de una banda de moteros delincuentes. A los 22 años decide que quiere ser profesor de instituto... para poder ligarse a las jovencitas. Pero al final acaba entendiendo el sagrado deber de un profesor de defender a sus alumnos... que por cierto son la clase más problemática del instituto.

Argumento manido hasta la saciedad, pero que se convierte en uno de los mejores anime que he visto. Me he reído a carcajadas y en ocasiones me he emocionado... más de lo que puedo decir que he vivido con algunos de mis amigos1. Ha entrado de cabeza en mi panteón de los dioses del manga. Y lo ha hecho porque tras ver el último capítulo me he sentido vacío; como me sentí cuando Frodo dejó la Tierra Media o cuando la residencia Hinata colgó el cartel "Enddo".

Eikichi Onizuka-wa, nijuuni sai desu. ¡Youroshikuuuu!

1Ha quedado muy dramático, pero de eso va este post ;)

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