Muchos de los problemas con los que hoy se enfrenta el mundo son el resultado final de medidas a corto plazo adoptadas en el siglo pasado.
Jay Forrester
Visto en Entropía.
¿Yo, Robot? ¡Ego, Dem!
Muchos de los problemas con los que hoy se enfrenta el mundo son el resultado final de medidas a corto plazo adoptadas en el siglo pasado.
Los criminales son conocidos, tienen nombre y apellidos, se trasladan en limusinas cuando van a jugar al golf, y tan seguros están de sí mismos que ni siquiera piensan en esconderse. Son fáciles de sorprender.
Recuerda [dice el banquero]: no somos nosotros los que sufriremos, los que sufrirán serán vuestros planes de pensiones.
Un hombre sentado en el césped de su jardín a la sombra de un árbol:
- ¡Marta, cariño, tráeme el antídoto para el veneno de serpiente!
- ¡Ay! ¡No me digas que te ha mordido una!
- ¡No, no! Pero la estoy viendo venir...
Mírala, leyendo un manga con la edad que tiene. Por lo menos por lo menos... 30 años como yo. Sin ánimo de criticar a una desconocida por su aspecto, es que tiene una pinta de inmadura que no se aguanta. No digo yo que te vayas a traer a la consulta a Nietzche, pero bien podías haber aprovechado para releer algo de Shakespeare en vez de ese shojo manga. Supongo que la idea es pasar el tiempo ocioso de la forma más idiotizada posible. Todo el mundo sabe que ojear los periódicos gratuítos que te han dado a la entrada del centro de salud puede producir agujetas cerebrales.
En fin, vuelvo a lo mío, que la DS se está quedando sin baterías y aún no he conseguido atravesar el laberinto de la isla Goron. Dónde estará el maldito artefacto con el que atravesar el muro resquebrajado y llegar por fin al templo en el que se oculta el metal con el que forjar la espada...
Sodoma y Gomorra ¡qué dos grandes ciudades!
April’s Fool se conoce como el día en el que los estadounidenses dejan de hacerle bromas pesadas a todo el mundo para hacérselas entre ellos.
Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia
El cabreo que provocamos en las personas cuando nos reímos de sus
creencias es directamente proporcional al tamaño del disparate que
posean las mismas. Es decir, que si nos reímos de que uno crea que la
capital de Francia es París, ese no se mosqueará nada porque esa
creencia no es ningún disparate. Pero si nos reímos de que uno crea en
los marcianos, ya empiezan las malas caras. Finalmente, si nos reímos
de alguna de esas colecciones de cuentos fantásticos que son las
religiones, las repercusiones pueden implicar ir a la cárcel, ser
víctimas de un atentado o, a poco que nos lo propongamos, iniciar una
guerra.
La ley básica del capitalismo es tú o yo, no tú y yo
Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos